Natal

Con bellísimas playas, médanos de arena blanca y rica cultura, Natal (que significa Navidad) ofrece a sus visitantes una experiencia única de ocio y entretenimiento. Con el fortalecimiento de su economía y del turismo, la ciudad empezó a presentar una excelente calidad de vida y muy buena estructura urbana, destacándose entre las capitales del nordeste brasileño.

Justo en el centro del Nordeste, sobre la punta más oriental de Sudamérica, la capital de Río Grande do Norte comienza la transición del paisaje desde la exuberancia tropical hacia las arenas inmensas, dunas parcialmente cubiertas de vegetación, y los paisajes algo más áridos y desérticos de los estados costeros del norte de Brasil.

Natal se destaca por ser garantía de sol y buen tiempo durante casi todo el año. Praia dos Artistas, Praia do Meio y Praia do Forte son las playas céntricas del litoral urbano de Natal, y se caracterizan por ser pequeñas, con arrecifes y formaciones rocosas cerca y sobre de la costa. Suelen ser las playas frecuentadas por los pobladores de la ciudad. En la Praia do Forte se encuentra el Forte dos Três Reis Magos, este fuerte, principal atractivo histórico de la ciudad, originalmente construido en el año 1558 como medio de protección contra las invasiones francesas y Holandesas tentadas por la riqueza del caucho, es el primer edificio de la ciudad y alberga actualmente un museo histórico.

Ubicada al sur de la ciudad y algo alejada del centro, se encuentra la Praia de Ponta Negra, que es por lejos la más linda de Natal, se distingue por el Morro do Careca: un monte de arena de 120 metros de altura cubierto parcialmente por la vegetación, al cual hasta comienzos de esta década era posible trepar para apreciar una vista de toda la extensión de la playa. Actualmente está prohibido subir al Morro.

En la playa de Ponta Negra además se encuentran la mayoría de las posadas y una cantidad enorme de bares y restaurantes sobre la playa.