Pipa

Dicen que es una de las 10 playas más lindas de Brasil, entre los acantilados esculturales y la mata atlántica que desborda en las alturas para derramarse sobre las costas doradas, la arena suave y el mar verde, siempre tropical. A 85 km de la ciudad de Natal, en el estado de Río Grande do Norte, Pipa es un pueblito de pescadores y agricultores, con veranito todo el año, la temperatura media anual ronda los 28 grados, con 300 días de sol asegurado. Ah, sí, y el agua de mar siempre está cerca de los 27 grados. Junio es temporada baja, época de lluvias tropicales que se arman y desarman en un rato. En 2011 los habitantes crearon el Área de Protección Ambiental (APA), 320 ha de mata atlántica intocable.La bautizaron así los primeros portugueses que llegaron a estas costas, cuando divisaron una roca con forma de tonel (pipa en portugués) la piedra do moleque de Praia do Amor. Sobre la Avenida dos Golfinhos, la calle principal, se concentran la mayoría de los bares y tiendas de ropa, negocios de artesanías locales y restaurantes de cocina internacional que se mezclan con otros de comidas típicas, donde por ejemplo se puede saborear un exquisito peixe con feijoada en una terraza con vista privilegiada al mar. Desde allí, basta descender unas escaleras para acceder caminando al menos a cuatro playas. Algunas más ventosas que otras, con olas y sin olas, con acantilados, con barcitos, más alejadas, solitarias, con cangrejos, tortugas marinas y ¡delfines!